domingo, 24 de mayo de 2015

Vocación de Maestra


Por: Marena Isaza Cantillo
Mildred Peña Muñoz 
Isabela Vargas
Estudiantes de Psicología

El docente es un educador competente, facilitador del aprendizaje.  Es el profesional de la educación que acompaña al estudiante en su tránsito por la vida universitaria. Es un educador por excelencia, que brinda la oportunidad a los estudiantes de aprehender el conocimiento, desarrollar sus competencias y crecer como persona.  El docente es un planificador de procesos educativos, un orientador de procesos de enseñanza – aprendizaje, un evaluador justo del aprendizaje, un administrador eficiente de su función educadora, un facilitador de ambientes y mediaciones educativas y un amigo respetuoso de los integrantes de la comunidad educativa.” Modelo pedagógico CUC

Al decidir conocer aspectos de la vida de la docente catedrática Aída Huyke Taboada con mayor profundidad, descubrimos todos los requerimientos de esta exigente labor, sobre todo cuando se desea tener un perfil personal eficiente y que además sea coherente con lo que se vivencia en el aula de clases. Es necesario apropiarse de múltiples virtudes como lo son el respeto, la paciencia, principalmente el amor y  la dedicación; todo esto porque el docente tiene el papel de guía, instruye a sus estudiantes y no solo mediante el discurso sino también siendo ejemplo de vida. 

Cuando tuvimos el privilegio de compartir una charla con la maestra Aida, nos dió a conocer el secreto para desenvolverse en el campo laboral, una mezcla o integración de orden, disciplina y esfuerzo. Una de sus expresiones fue “la receta para que a uno le vaya bien  en la vida es el hacer las cosas con amor, por corto que sea el tiempo que le dediques a algo, si lo haces porque “toca” seguramente no vas a obtener excelentes resultados”.

Percibimos la pasión con la que ejerce su labor, la manera como se explica es muy sencilla y la forma de expresarse es bastante espontánea. En cuanto a su personalidad podríamos decir que se caracteriza por ser estratégica, ya que se basa en sus propias experiencias, por ejemplo las obtenidas en su empresa “Industria de Vinagre y Alimentos de la Costa LTDA“ y las emplea como herramienta de enseñanza al momento de educar a sus estudiantes, lo cual germina en ellos una visión positiva hacia ella; esto lo logramos captar mediante una encuesta realizada a un grupo de sus estudiantes.


Su principal motivación para seguir creciendo y salir adelante, son su hija y la docencia misma “cuando a uno le gusta lo que está haciendo, constantemente encuentra motivaciones para seguir haciéndolo”, cuando los estudiantes le muestran agradecimientos y resaltan sus virtudes como docente, o cuando le hacen simples detalles como un chocolate o sencillamente cuando percibe en sus rostros ese gesto positivo indicando la comprensión del tema propuesto.


Asevera que independientemente de la profesión que se ejerza, debe haber una constante actualización, investigación de nuevos conceptos y disposición para aprender de los demás, inclusive confesó que al  observar el interés de los estudiantes frente a los gestos presentes en las exposiciones de un compañero, decidió apropiarse de dichos gestos, enriqueciendo así su clase y metodología. Mencionó con mucha sinceridad también, alguno de sus temores, el cual es no estar al día respecto a la información que manejan sus estudiantes.


Esta experiencia que vivimos al recolectar la información acerca de la profesora nos anima a valorar más la labor docente, teniendo así un modelo a seguir para nosotros los futuros profesionales, a comprender la importancia de poner en práctica esos valores que son los que nos caracterizan y nos hacen marcar la diferencia frente a los demás, permaneciendo en nosotros ese interés por resultados más que cuantitativos, cualitativos. El ser personas íntegras, mantener un equilibrio entre lo laboral, tener dominio de la profesión que se ejerce y en  lo personal, tener en cuenta la ética, la moral, es lo que nos hace competentes en esta sociedad que se vuelve cada vez más consumista y  exigente.  Como afirma Fullan, M.H.: “La docencia es una profesión emocionalmente apasionante, profundamente ética e intelectualmente exigente, cuya complejidad solamente es vivida por quienes solemos poner el cuerpo y el alma en el aula.” 

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