Por: Maria José Arévalo
Un profesor, es esa persona que entra en el salón de clases, saca un marcador, escribe en el tablero, y dicta la lección del día a sus estudiantes. Al terminar se despide y sale del salón; y así todos los días, ese es su trabajo.
Un maestro, es aquel cuya vocación es enseñar, transmitir sus conocimientos a los demás, no solo esos temas que se encuentran en un libro de texto, o eso que aprendió en la universidad, sino toda la sabiduría que adquirió durante sus años de vida, sean muchos o pocos. Esta persona, se convierte en una guía, y se gana el cariño, respeto y admiración de quienes reciben sus enseñanzas; son para nosotros, sus pupilos, personas inteligentes, interesantes, comprometidas, positivas, confiables; te inspiran a imitar su forma de ser.
Aquella persona que tiene el orgullo y la fortuna de llamarse maestro, dedica su vida, a dar su tiempo, energía y talento, para asegurar un brillante futuro a sus estudiantes. Esta profesión es una misión de gente noble, es ser un portador de alegría y un sembrador de valores en los futuros hombres de nuestro país.
Aniquilar el miedo, la ignorancia; aconsejar a sus estudiantes, convertirse en una segunda madre o segundo padre, son otras de las funciones que un maestro adquiere gracias al amor que le tiene a la que ha escogido como su profesión.
Se debe valorar mucho a estas personas, ya que no todo el mundo tiene la capacidad de adquirir estas virtudes, de amar como sus hijos a quienes no lo son, de desarrollar un nivel de empatía a tanto nivel. No todo el mundo tiene la paciencia de educar, ni sentir el fracaso de otro como tu propio fracasa, porque cuando un estudiante falla, el maestro siente que también lo hace, y esto a su vez le da más empuje para superarse así mismo, hasta alcanzar el éxito; no todo el mundo puede ser un maestro.
No cualquier maestro puede llegar a ser profesor, simplemente por que no tienen pasión en su vocación, sus metas no es dejar huellas en el estudiante sino solo transmitir lo que saben, entablar una empatia no esta en sus objetivos como tampoco aspiran a enriquecerse tanto de las opiniones de sus estudiante como las suyas, no esta la meta de armar un debate y compartir ideas y que a partir de eso se creen conceptos en cada uno de los que a su clase asiste, ser profesor no es fácil es una vocación que requiere de corazón y empeño.
ResponderBorrarSi bien sabemos que los docesntes son los que nos acompañan durante la mayor parte de nuestra vida, son muy pocos los que de verdad cumplen el rol de MAESTROS, son muy pocos los profesores que se preocupan por el bienestar de sus estudiantes, por que realmente aprendan y se interesen por un tema determinado, no simplemente por transmitir una información si importar si esta le servirá en un futuro o no, sin importan si llegaran a ser buenos profesionales o no. Ser MAESTRO no es solo transmitir informacion, también es importante que el verdadero MAESTRO enseñe valores para ayudar al estudiante al crecimiento personal :)!
ResponderBorrarAsí es, María Alejandra. Y a veces le damos más importancia al cumplimiento de los famosos "estándares de calidad", que a la parte humana y sensible de nuestra condición
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