Por: Viviana Fernández Hernández
¿Ser Maestro como opción o vocación? ¿Ser Maestro por empleo o amor?
Estos interrogantes rodean mi mente al traer a la memoria comentarios o expresiones de muchos que ejercen esta profesión diciendo frases a modo de: “estoy como profesor porque es la herencia recibida por mis padres, hay que seguir con el negocio”; “no quedé en otra carrera y la única opción fue la docencia”.
Y continúo debatiéndome en mis incógnitas: ¿qué será de nuestra generación si está en manos de “Maestros” como los antes planteados? ¿qué será de nuestros pequeños? ¿Dónde estamos dejando nuestro presente y nuestro futuro?
Como bien menciona el respetado escritor Fernando Savater en su libro El valor de educar: cuando le demos la prioridad necesaria a la educación mucho habremos avanzado.
Y es que esta situación dejaría de ser un problema si por lo menos existiera un compromiso más allá de lo básico, porque un compromiso va más allá de simplemente cumplir una labor asignada, un compromiso es iniciar una relación con algo, teniendo amor, responsabilidad, entrega y hasta terminando en negarse a sí mismo, negarse lujos y tiempo por darle prioridad a dicho compromiso.
Cuando un maestro ama, tiene vocación y va más allá de un aula de clase, este experimenta que estar comprometido y aun negarse a sí mismo se convierte más que en un compromiso en un completo placer y deleite.
No es simplemente dictar una clase, transmitir un conocimiento, entretener a un estudiante. No, querido maestro; ¿o podría llamar maestro a quien lleva a cabo esta hermosa profesión como una simple opción de trabajo?
si es cierto , la labor de los docentes debe nacer como , un deseo el deseo de enseñar , el deseo de compartir conocimientos y el deseo de ser maestro, la principal características de los docentes debe ser el servicio, el amor por enseñar.
ResponderBorrarDesafortunadamente ha ido creciendo la consigna de que "cualquiera" puede ser maestro...
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